domingo, 8 de noviembre de 2015

El paso del tiempo




“Un problema frecuente en mi vida es la poca o nula percepción que poseo del tiempo. En ocasiones, hechos ocurridos hace mucho parecen muy frescos en mi memoria. Aquí el caso de este blog y la historia que lleva de la mano.

La verdad de una mentira, comenzó como toda una apuesta. Cuando inicié escribiendo, lo hice en primera persona, en unas pocas páginas y con la percepción general que deseaba transmitir; más tarde, unos días antes, cuando decidí compartirla, me pareció que sería mejor hacerlo con una visión general en la cual los personajes pudieran realizar un viaje más largo.

Sin embargo, nada de lo planeado ocurrió en los plazos establecidos. Hoy me di cuenta de no haber publicado desde hace nueve meses, ¡sí, nueve meses! un escándalo; vaya que vergüenza, más si mi vida dependiera de escribir, sería todo un desastre. Creo que he dejado la pluma que con tanto empeño tomé en su tiempo. No puedo negar que es preocupante, considerando el espacio que esta actividad tomó en vida, pero también lo veo como un período de renuevo en el que el silencio de las teclas me sorprende a momentos con papel y lápiz”.

Creo que no hace falta dar una explicación, si se considera que esta entrada comenzó su redacción tres meses atrás. Tal vez el tiempo no sea lo primordial en mi caso, aunque no dejo de reconocer su finalidad en nuestras vidas y algún día ya no estará sincronizado con el cuerpo, el alma y el espíritu.     
Luego de tanta cháchara quizás ni se pregunten de qué va todo esto, bueno… solo quería decirles que no olvido su compañía y el espacio realizado en sus vidas para leer esta historia; lo que agradezco sinceramente. También les comunico que esta semana aparecerá el capítulo XXIX (el cual ha sido programado, así que no os preocupéis, aparecerá), y en lo sucesivo trataré de perseverar para llegar a puerto y dar un final a La verdad de una mentira.

Espero que tengan un muy buen inicio de semana. Recuerden que siempre puede ser un gran día, todo es un asunto de actitud.




1 comentario:

J.P. Alexander dijo...

Se te extrañaba , te mando un abrazo